jueves, 26 de noviembre de 2015

Brindis

Y vino el Demonio a mi habitación.
Me ofreció banales placeres y vicios mortales,
creando en mi la expectación, modernidad y necesidad
Dijo:
-No te pido que blasfemes, ni que me adores,
lo has hecho diario con tus prejuicios, 
envidias, deseos, excesos y avaricia.
No te pido que creas en mí
Lo has hecho ya con tu ira.
Cada día pones flores a mi altar sin darte cuenta.
Solo te pido que brindemos-
Al final el Diablo me sonrió.
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